La malaria,
también llamada paludismo, es una enfermedad potencialmente mortal causada por
parásitos que se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos
infectados.
En 2010, la
malaria causó cerca de 660 000 muertes, sobre todo en niños africanos.
El paludismo es
causado por parásitos del género Plasmodium que se transmiten al ser humano por
la picadura de mosquitos infectados del género Anopheles. Produce fiebre, dolor
de cabeza, escalofríos y vómitos. Si no se trata en las primeras 24 horas,
puede agravarse, llevando a menudo a la muerte.
En el siguiente
gráfico vemos la gran mortalidad hasta los cinco años y el descenso
considerable posterior. Esto es debido a la inmunidad (aunque no completa) que
van adquiriendo las personas a causa del constante contacto con el parásito.
También observamos que junto con el sarampión, es la enfermedad de origen
específico que más mortalidad causa en niños hasta los cinco años.
En este otro
gráfico vemos, en la estimación realizada a 20 años de distintas patologías, que en el caso concreto del paludismo, con las medidas adecuadas, prácticamente se acabaría con la
enfermedad.
Esto es debido a
que la lucha contra el mosquito, es el
medio principal para combatir la transmisión del paludismo. Se trata de la única
intervención que puede reducir la transmisión de niveles muy elevados a niveles
cercanos a cero. A nivel individual, la
protección personal contra las picaduras de los mosquitos es la primera línea
de defensa en la prevención.
La eliminación de la malaria es relativamente sencilla si se dispusiera del dinero adecuado para ello.
La eliminación de la malaria es relativamente sencilla si se dispusiera del dinero adecuado para ello.
Actualmente, no
hay ninguna vacuna autorizada contra el paludismo aunque se tienen grandes
esperanzas de obtenerla para el año 2015.
Para más
información: http://www.who.int/malaria/en/