Los aditivos alimentarios son sustancias que se añaden a
los alimentos para mejorar su color, su textura, su sabor o para su
conservación durante un período más largo de tiempo. Algunos, como la sal o el
vinagre, se utilizan desde la prehistoria.
Los aditivos que más se utilizan son la sal (cloruro
sódico), los mono y diglicéridos (emulsionantes), el caramelo (colorante), el
ácido cítrico (acidificante), el vinagre o ácido acético (acidificante y
conservante), el bicarbonato sódico (para las levaduras químicas), el ácido
fosfórico y el glutamato sódico (potenciador del sabor).
Sin el empleo de unos determinados aditivos, algunos
alimentos se estropearían después de uno o dos días de almacenaje debido a las
bacterias, la levadura y el moho, de modo que ciertos aditivos nos protegen
contra un posible envenenamiento.
Algunos de ellos son sustancias naturales tales como la
sal, el azafrán, la vitamina C, pero la mayor parte se producen en
laboratorios químicos ( imitaciones
sintéticas de una sustancia natural, pero fabricadas en dosis altamente
concentradas, como el ácido ascórbico) .
Todos los aditivos son sometidos a rigurosos pruebas. Se
prohíbe el empleo de cualquiera de ellos que produzca efectos secundarios, y
para cada una de las sustancias se ha establecido un nivel de seguridad que
ningún fabricante debe exceder. Este nivel se mantiene en un mínimo permitido,
como garantía de seguridad para aquellos que ingieren una mayor cantidad de
alimentos preparados.
En los países de la Unión Europea, los aditivos
alimentarios autorizados se designan mediante un número de código, formado por
la letra E y un número de tres o cuatro cifras.
No se tiene constancia ni se ha encontrado una posible
relación entre los aditivos y determinadas enfermedades, así como tampoco en la
incidencia de las enfermedades cancerosas, aunque parecen ser ciertas
determinadas reacciones alérgicas.
Lo cierto es que a
todos nos gusta comer los alimentos frescos y naturales, pero la
realidad es que en el mundo moderno es
imposible que todos puedan hacerlo
Es el precio que tenemos que pagar al vivir en la
sociedad actual.