sábado, 18 de enero de 2014

ADITIVOS EN LOS ALIMENTOS

Los aditivos alimentarios son sustancias que se añaden a los alimentos para mejorar su color, su textura, su sabor o para su conservación durante un período más largo de tiempo. Algunos, como la sal o el vinagre, se utilizan desde la prehistoria.


Los aditivos que más se utilizan son la sal (cloruro sódico), los mono y diglicéridos (emulsionantes), el caramelo (colorante), el ácido cítrico (acidificante), el vinagre o ácido acético (acidificante y conservante), el bicarbonato sódico (para las levaduras químicas), el ácido fosfórico y el glutamato sódico (potenciador del sabor).

Sin el empleo de unos determinados aditivos, algunos alimentos se estropearían después de uno o dos días de almacenaje debido a las bacterias, la levadura y el moho, de modo que ciertos aditivos nos protegen contra un posible envenenamiento.

Algunos de ellos son sustancias naturales tales como la sal, el azafrán,  la vitamina C,  pero la mayor parte se producen en laboratorios químicos  ( imitaciones sintéticas de una sustancia natural, pero fabricadas en dosis altamente concentradas, como el ácido ascórbico) .

Todos los aditivos son sometidos a rigurosos pruebas. Se prohíbe el empleo de cualquiera de ellos que produzca efectos secundarios, y para cada una de las sustancias se ha establecido un nivel de seguridad que ningún fabricante debe exceder. Este nivel se mantiene en un mínimo permitido, como garantía de seguridad para aquellos que ingieren una mayor cantidad de alimentos preparados.

En los países de la Unión Europea, los aditivos alimentarios autorizados se designan mediante un número de código, formado por la letra E y un número de tres o cuatro cifras.



  
No se tiene constancia ni se ha encontrado una posible relación entre los aditivos y determinadas enfermedades, así como tampoco en la incidencia de las enfermedades cancerosas, aunque parecen ser ciertas determinadas reacciones alérgicas.

Lo cierto es que a  todos nos gusta comer los alimentos frescos y naturales, pero la realidad  es que en el mundo moderno es imposible que todos puedan hacerlo

 Desgraciadamente, en el mundo en que vivimos, sin estos aditivos, muchos alimentos frescos no se podrían llegar a consumir. En otros casos aumentaría muchísimo su precio y en general crecería el hambre en muchos lugares del planeta.

Es el precio que tenemos que pagar al vivir en la sociedad actual.

 Aquí os dejo un par de enlaces para más informacíón:

Y por si os habéis quedado con las ganas en este enlace tenéis un amplio documental sobre la industria alimentaria en España.

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